lunes, 30 de enero de 2017

Historias de gente que nunca superó la Friendzone


Nunca te habías sentido tan identificado.




Seguramente a estas alturas de la vida ya le has dicho a alguien que entre los dos sólo puede haber una bonita amistad, o en el peor de los casos, te han dado a ti un pase directo y sin escalas a la Friendzone. 

He aquí cinco historias de gente que nunca superó la friendzone, aunque hicieron de todo para salir de ella.





Se aprovechó de mi durante cuatro años

Siempre me había gustado la vecina que vivía al lado de mi casa, había sido mi crush como desde los ocho, a pesar de que ella era dos años mayor que yo. En mi familia siempre hemos tenido una tienda, así que robaba dulces y paquetes de frituras para dárselos a ella, quien los recibía sin problema alguno. Pasaron los años y yo seguía llenándola de bombombumes y boliquesos como muestra de mi profundo amor. Cierto día mi amada quiso poner aprueba el cariño que decía sentir por ella: me hizo llevarle Coca-cola y paquetes de papas al pelado que peor me caía en toda la cuadra. A la semana de estar haciéndolo me di cuenta de lo peor: ese pelado era su novio.

Sebastián, 18 años.


Le hice todos los trabajos del año en una semana

Él era el típico galán del colegio, todas mis amigas se morían por verlo jugar fútbol en esos shorts que se le ajustaban tanto al cuerpo. Yo tenía las mejores notas, sobre todo en matemáticas. Cierto día se me acercó y sin siquiera mencionar mi nombre, que de seguro ni sabía cual era, me dijo ''Oye linda, ¿será que me puedes ayudar con el taller de recuperación de cálculo? no es muy largo... ¡ah! y es para mañana'', tartamudeando y sudando como un cerdo le respondí que sí. Pasé toda la madrugada haciendo el taller de 25 páginas, no pude pegar el ojo un momento. Al día siguiente me dijo que gracias, pero que también necesitaba ayuda con los talleres de filosofía y química. Adivinen quién no durmió en una semana.

Alejandra, 19 años.





Quise sorprenderla y me expuso a la burla

La típica historia: tenía una mejor amiga y siempre estuve enamorado de ella. Lo irónico es que siempre fui muy obvio y creía que ella nunca se había dado cuenta de mis sentimientos. Un día antes de que ella cumpliera los quince le dije que le daría una sorpresa, pero que tenía que estar pendiente de su emisora favorita. Así fue, llamé a la estación radial para felicitarla, dedicarle una canción de quince años y pedirle que fuera mi novia. Resulta que ella sospechaba que haría algo así, por eso hizo que todos nuestros amigos del colegio estuvieran pendiente de la radio. Desde entonces fui conocido como ''Chayanne''.

Victor, 17 años.


Le compré una prueba de embarazo

No podía creer como ella, la niña más linda e interesante que había conocido, podía estar con el  patán que tenía por novio. ¡La engañaba hasta con las primas!. Con el tiempo me hice como su mejor amigo, aunque realmente me gustaba mucho, quería protegerla y no soportaba verla con él, pero era inevitable, ella lo amaba. Un día me pidió algo que me partió el corazón, pero no pude decirle que no: le compré una prueba de embarazo para confirmar sus sospechas, estaba embarazada de su novio.

Carlos Andrés, 20 años.


 Cambié de religión para estar cerca de él

Lo resumiré todo: él me gustaba muchísimo, pero era un poco entregado a su religión, así que decidí asistir a la misma iglesia a la que él iba, empezamos a ser buenos amigos y estaba totalmente convencida de que ya le gustaba. Así que tomé valentía y un día después de un culto me le declaré, él sonriendo y sin piedad me acribilló diciendo ''es que nuestro Dios sólo quiere que seamos hermanos de fe''. Ha sido lo más humillante de mi vida.

Laura, 17 años.


Nota: todos los nombres han sido cambiados para evitar represalias.


Disturbio Morboso.



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